Me gustaría hablar un poquito del YOGA y el Embarazo en esta sección de hoy.
El YOGA proporciona a la mujer embarazada la capacidad de adaptarse a los cambios internos y externos que se van produciendo en ella, a medida que avanza el embarazo, con gran flexibilidad.
En este sentido, el Yoga posee una herramienta fabulosa para la embarazada que es la respiración consciente y profunda; la misma descarga la tensión hacia la tierra, ayudando a alivianar los pesos y el cansancio, generando una sensación de ligereza. La embarazada practicando diariamente posturas muy sencillas, sin esfuerzo, será conducida al parto con una mente más relajada, con más consciencia de sí misma, de su cuerpo y del bebé por nacer.
El dar a luz es una experiencia maravillosa, única, donde la mujer se conecta con su ser femenino en la máxima expresión y potencia. De esta manera, lejos quedan los fantasmas y miedos relacionados con el parto; por lo contrario, esta experiencia es la oportunidad de abrirse al amor incondicional en la forma más pura. Al respecto, es muy importante la elección de un médico con el cual la embarazada se sienta cómoda para poder ir transmitiéndole todas sus inquietudes.
La fuerza de la gravedad se ve alterada durante el embarazo. El centro de gravedad cambia con los cambios del cuerpo. El YOGA enseña a la mujer embarazada a volver a encontrar ese centro a medida que su cuerpo va experimentando los cambios. Con ejercicios fáciles se va despertando la columna vertebral, relajando los músculos, soltando la tensión de articulaciones, ligamentos, dejando que la energía circule libremente; el cuerpo de a poco comienza a relajarse, se va descubriendo el espacio interior y la conexión con el ser que habita dentro de ella.
HISTORIA
Haciendo un poco de historia, en la antigüedad, la mujer era considerada una DIOSA, por sus poderes de CREACION. La civilización era MATRIARCAL, centrada en las mujeres. Se han encontrado en todo el mediterráneo estatuillas de mujeres embarazadas en posiciones yóguicas, demostrando fehacientemente este hecho. El cuerpo de la mujer, simboliza el eterno poder de CREACION y REGENERACION. Símbolo de la Creadora de VIDA. Ello es fuente de Poder, respeto, adoración y fuerza. El cuerpo femenino representaba un recipiente sagrado que alberga los misterios de la creación y la nueva vida. La mujer, conectada en forma más cercana con la naturaleza y la tierra, practicaba estas técnicas de forma natural (ritmos de los cultivos: siembra y cosecha). Sólo con al advenir de los tiempo más modernos, donde el hombre pasó a tomar la fuerza por su cuerpo físico, la mujer cambió a un plano más pasivo, relegándose sus facultades poderosas. Esta mutación derivó en alejarse las mujeres de sus fuerzas, delegándolas en los hombres; alejándose las mujeres de sus cuerpos y de sus embarazos y partos.